Este Málaga ha acostumbrado a su gente y a los mercados a ser un club comprador. Seguramente, ha pagado por encima de la media. Y sus ingresos por cesiones o salidas han sido irrisorios en comparación. En ese escenario de rico pujante, aparece una nueva variable: la cotización de sus jugadores. Si a Isco le salieron novias por su gran ópera prima, la historia de Rondón no es nueva; se amplifica. La pujanza de las propuestas que llegan por él debe llevar al club a tomar una decisión novedosa en la era jeque: aceptar o no una buena oferta por él. Una decisión económica y deportiva, porque afectaría de lleno a los planes de la próxima plantilla.
No hay tasación oficial del venezolano. El Málaga se remite a su cláusula de rescisión, fijada en 20 millones de euros. Ya se sabe que es papel mojado; las actitudes de las tres partes terminan marcando el valor real. Esto es, de hecho, lo que ha motivado cierta curiosidad de la entidad de Martiricos en valorar su venta. Incluso vía Inglaterra trascendía ayer una posible oferta del Arsenal por él de 18 millones de euros. Más allá de la veracidad de la cuantía, es absolutamente fiable el gusto de varios equipos ingleses por sus servicios.
La decisión se contempla desde varias aristas. Desde un prisma deportivo, el Málaga afronta la configuración de su línea más mermada, la delantera. Van Nistelrooy se ha retirado y apostar por la puesta a punto de Baptista no es un valor seguro. A Seba Fernández le sobra trabajo pero le falta gol; Juanmi no termina de encajar en los gustos de Pellegrini. Con la participación en Europa a la vuelta de la esquina, el club tiene que atinar y apostar fuerte por un delantero de referencia. De tomar la decisión de vender a Rondón, la empresa redoblaría esfuerzos.
El escenario económico obliga a contemplar la situación de otra forma. Sobre todo si, tal y como llega a través de clubes y representantes, el valor del vinotinto rebasa los diez millones de euros. No sería ni abordable habida cuenta de la solvencia del jeque Al-Thani. Sin embargo, de cara al fair play financiero y el futuro funcionamiento de la entidad, estudiar la aceptación o el rechazo de una oferta será plato del día. Más aún en un contexto de cantidades tan importantes.
También está de fondo el desencuentro entre ambas partes a la hora de rubricar la ampliación de contrato del delantero. El Málaga ya la puso sobre la mesa después del primer año del venezolano, que se convirtió en el debutante revelación en la máxima categoría. Desde entonces, los tratos por ambas partes no han cuajado. Incluso, según desveló hace días la cadena Ser, el representante del jugador, Juan Mata, se descolgó pidiendo un salario de dos millones de euros por temporada para su futbolista.
A sus 23 años y con sus condiciones futbolísticas, muchas voces del club apuntan a que tiene que terminar de explotar. Otras son más partidarias de aceptar proposiciones que sobrepasen lo estándar. Sus continuos problemas ante el gol, más allá de los 25 que ha metido en dos temporadas, son los que les hace considerar la opción de un traspaso si la cantidad es estimable. Además, permitiría ser reinvertida en el resto de incorporaciones que persigue Manuel Pellegrini.
José Salomón Rondón, quien estos días se ejercita con la selección venezolana a la espera de recibir a Chile en el próximo encuentro de clasificación para el Mundial de Río de Janeiro, ya se marchó de La Rosaleda con un misterioso "no sé si seguiré aquí". Aludía a los problemas para sellar su continuidad.
A sus 23 años y con sus condiciones futbolísticas, muchas voces del club apuntan a que tiene que terminar de explotar. Otras son más partidarias de aceptar proposiciones que sobrepasen lo estándar. Sus continuos problemas ante el gol, más allá de los 25 que ha metido en dos temporadas, son los que les hace considerar la opción de un traspaso si la cantidad es estimable. Además, permitiría ser reinvertida en el resto de incorporaciones que persigue Manuel Pellegrini.
José Salomón Rondón, quien estos días se ejercita con la selección venezolana a la espera de recibir a Chile en el próximo encuentro de clasificación para el Mundial de Río de Janeiro, ya se marchó de La Rosaleda con un misterioso "no sé si seguiré aquí". Aludía a los problemas para sellar su continuidad.
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