El Málaga cerró su preparación y activa la cuenta atrás. Dentro de siete días, en Vigo, dejarán de valer las excusas en forma de crisis o de falta de refuerzos. Dentro de una semana ya habrá puntos en juego. Y alzando la vista tres días más allá, aún habrá mucho más que conquistar, la fase de grupos de la Champions. La victoria ante el Everton, por la mínima y con gol de Weligton, sirve para constatar lo que ya sabíamos. El equipo, como tal, funciona. Se sabe su plan de memoria, evidencia que todos llevan muchos meses trabajando bajo el mismo librillo, que seguirá siendo la carta magna particular de Pellegrini haya o no más cambios drásticos en el plantel. La idea trasciende a los futbolistas. Al chileno le costó lo suyo imponer su sello y no renunciará a él. Pero la delantera está bajo mínimos, falta gol y la plantilla se ha quedado peligrosamente corta. Las cartas llevan muchos días marcadas.
El once del Costa del Sol, con Portillo partiendo desde la derecha y Joaquín y Seba como jugadores más adelantados, tiene muchas papeletas para repetir en el estreno liguero ante el Celta. El Ingeniero lleva todo el verano apostando por Portillo. La aparición del canterano es, de lejos, una de las pocas noticias positivas del verano. A día de hoy, Portillo parte con ventaja sobre Duda, otro que a priori debe multiplicar sus minutos tras la baja de Cazorla y la ausencia de refuerzos. Toulalan empieza a coger esa chispa que le convierte en la bisagra del equipo. El galo sostiene al Málaga. Su mera presencia multiplica la competitividad del cuadro de Pellegrini. Es nivel Top. Como Monreal, que está con chispa y cuya profundidad fue uno de los principales argumentos ofensivos blanquiazules.
El principal problema malaguista está arriba. La escasez de gol amenaza con lastrar a un grupo que anda cortísimo de efectivos pero que mantiene otras muchas de las virtudes que le llevaron a la Champions. Toca, toca y toca, pero está huérfano de pegada el Málaga. Tal es la carencia en ataque que el gol lo tuvo que marcar un central, Weligton, en una jugada de estrategia. Joaquín puso un balón medido en el punto de penalti y el Mariscal cabeceó con clase a la red.
A falta de nueve, valió W03. Pero volvió a quedar constancia de la imperiosa necesidad de reforzar el ataque que tiene este equipo. En el haber, la conexión Joaquín-Isco garantiza fantasía y desequilibrio, los laterales dan muchísima salida al juego blanquiazul y Toulalan continúa siendo una pesadilla para los rivales. Se acabaron las pruebas. Llega la hora de la verdad.
Ficha técnica
Málaga CF: Caballero; Gámez, Demichelis, Weligton, Monreal; Portillo, Toulalan, Maresca, Isco; Joaquín y Seba. También jugaron: Buonanotte, Juanmi, Camacho y Duda.
Everton FC: Howard; Hibbert, Jagielka, Heitinga, Baines; Neville, Osman; Coleman, Pienaar, Naismith; y Jelavic. También jugaron: Distin, Anichebe, Junior, Gueye y Barkley.
Goles: 1-0 (73'), Weligton.
Árbitro: Pérez Montero (Andaluz). Amonestó a Demichelis (18') y Anichebe (64').
Incidencias: Unos 4.500 espectadores presenciaron el partido correspondiente al XXIX Trofeo Costa del Sol. El Málaga se hizo por octava vez con su propio trofeo. En la entrega del mismo, la afición abucheó al alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre.
Fuente: El Desmarque
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