El momento álgido llegó cuando los jugadores saltaron al campo, momento en el que se sucedieron los gritos de apoyo a los jugadores y la petición a los miembros de seguridad del recinto para que dejaran pasar a los aficionados allí presentes.
Mención especial para Santi Cazorla, cuya presencia alentó a los aficionados, que insistieron para que el asturiano se quede en el club blanquiazul al grito de "¡Santi, quédate!". En torno a las 19.30 horas y con los ánimos ligeramente caldeados, llegaron miembros de la policía nacional ante la tensión que se generó en las afueras del estadio con gritos contra la prensa y parte de la dirección deportiva del club. Poco después, los aficionados se dispersaron por toda la zona que rodea al estadio y otros tantos se fueron marchando en vistas de que los jugadores ya entrenaban y la posibilidad de acceder al estadio no existía.
Fuente: Diario Sur
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