lunes, 24 de septiembre de 2012

Un punto a largo plazo

El Málaga sacó un buen punto de San Mamés
El Málaga se lleva un buen punto de Bilbao. Un empate que hay que saber valorar en su justa medida. Faltó la brillantez de otras citas, pero hubo oficio. A pesar de no tener esa chispa ni la excitación propia de la Champions, el equipo hizo una labor oscura admirable, no siendo inferior nunca al Athletic. Al menos, no en el global del partido. La clasificación da valor a estos puntos a final de temporada, aunque ahora no tengan el sabor que prometen. Siempre se pueden hacer lecturas positivas. Para empezar, resistir con la portería a cero en La Catedral no es cuestión baladí. Pellegrini es consciente de estas circunstancias. Así lo comentó nada más terminar. Escueto pero claro: "Es un buen resultado". No significa que se conforme, sólo que sabe exactamente lo que vale el punto. Ni más ni menos.
 
Árbitro
 
Matel Lahoz. Amonestó a Gurpegi, Demichelis, Weligton, Aduriz, Jesús Gámez, De Marcos.
 
Formaciones
 
Athletic Club: Raúl Fernández; Iraola, Gurpegi, Ekiza, Castillo; De Marcos, Iturraspe, Muniain (Toquero, minuto 87); Susaeta, Aduriz (Llorente, minuto 46) e Ismael López (Ibai, minuto 46).

Málaga CF: Willy Caballero; Jesús Gámez, Demichelis, Weligton, Monreal; Toulalan (Iturra, minuto 78), Camacho; Joaquín (Portillo, minuto 67), Isco, Eliseu; y Saviola (Santa Cruz, minuto 58).
 
Incidencias
 
San Mamés. Ante 38.000 espectadores.
 
El Málaga había acostumbrado a sus fieles a tal excelencia en el juego que se alarmó viendo sus primeros minutos en San Mamés. Impreciso, raro, disgustado con el balón. Se pueden buscar motivos, que no culpables. La euforia de la Champions no encuentra acomodo en la rutinaria Liga. Cambiar el smoking por el mono azul enrarece.
Tácticamente, casi dio la sensación de que el doble pivote restó dinamismo al juego del equipo de Pellegrini. Faltó siempre ese apoyo extra y esa superioridad en ciertas zonas que daba el hecho de contar con un jugón de más. A todo esto hay que sumarle que el cuarteto de arriba no tuvo chispa. Sólo pusieron algo de electricidad los laterales. Lo mejor del Málaga en los primeros 45 minutos lo pusieron Jesús Gámez y Monreal. El primero casi marca a lo Dani Alves en el minuto diez (tras una asistencia genial de Joaquín). Raúl Fernández, portero de emergencia, salvó la situación. El navarro también se sumó cuanto pudo y probó fortuna en varias ocasiones. Pero la precisión tenía abandonada al Málaga.
No se puede obviar que el Athletic también es buen equipo, que entiende bien la presión y sabe aprovechar a ese diablo llamado Muniain, que puede desquiciar para lo bueno y para lo malo a cualquiera. Gozaron los de Bielsa de varios acercamientos que llevaron suspiros a los corazones malaguistas. El acierto también les esquivó.
El Loco puso toda la carne en el asador tras el descanso. Llorente (pitado nada más entrar) e Ibai ocuparon el sitio de Aduriz e Ismael López. Y sí, el Athletic dio un paso al frente.
Después de otros diez minutos desesperantes, Pellegrini movió ficha y dio entrada a Santa Cruz. Una vez más, por Saviola. No activó al Málaga, que cada vez discutía menos el balón al conjunto rojiblanco. Sufre horrores sin él. Su mayor déficit. Incluso pudo llegar algún gol del Athletic, con Muniain cada vez más incisivo.
Así que Pellegrini decidió retirar a un desacertado Joaquín, que jugó posiblemente su peor partido como malaguista. Buscó frescura con Portillo el Ingeniero.
Eliseu casi rompe el tedio con un disparo desde fuera del área con la derecha. Raúl Fernández, otra vez, salvó los muebles mandando el esférico a córner. Un saque de esquina que Demichelis peinó sin que nadie la empujase. Estaba para eso...
Pero las cosas podían ir a peor. Toulalan se llevó la mano al muslo. Nueva lesión muscular. Iturra al campo. Pocos minutos antes Pellegrini le preguntaba que cómo andaba... El galo está teniendo mala suerte en este arranque de curso. No tanto Willy Caballero, que es raro el partido en el que no salva una ocasión cantada de gol. Esta vez estuvo de cine en un mano a mano con Susaeta que podría haber resultado definitivo (minuto 81). Faltó chispa en ambos conjuntos, esa es la verdad. Y los porteros supieron frenar lo poco que hubo de peligro. Quizás como homenaje al Chopo Iribar, agasajado antes del encuentro...

Fuente: El Desmarque

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