Un triunfo con denominación de origen malagueña

Portillo, durante el partido

La noche de los tres jugadores malagueños que jugaron contra el Zenit no pudo ser más redonda. Isco, Gámez y Portillo intervinieron de forma directa en los tres goles al equipo ruso. Sobre todo el de Benalmádena, autor del primero y el tercero. Exhibición. El segundo fue cosa de los nacidos en Fuengirola y El Palo. Un triunfo con denominación de origen.
Isco dio el primer zarpazo a los tres minutos de partido. Caracoleo en la esquina del área y disparo con la derecha que lame suavemente la cepa del poste izquierdo de Malafeev. Jugada clásica. Golazo. Lo mejor, no obstante, estaba por venir. Isco coronó su mejor noche de blanquiazul con un soberbio derechazo desde fuera del área. A la escuadra. Se cayó La Rosaleda.
El segundo tanto, el que embocó Saviola con oportunismo, lo fabricaron los otros dos jugadores malacitanos. Portillo ve descolgado a Gámez y el lateral regala tal asistencia que Saviola sólo tiene que empujarla.
Más allá de esta diana, ambos despacharon un notable encuentro. Portillo dio continuidad al buen juego mostrado ante el Levante hasta el descanso mientras que Gámez se multiplicó en ataque y apenas permitió opciones a Lukovic o Denisov.
Los otros futbolistas de Málaga disfrutaron del espectáculo desde fuera. Juanmi lo presenció desde el banquillo y Recio, el descarte, desde la grada. Ellos también presumen de orgullo malagueño.

Fuente: El Desmarque