Las molestias en la espalda del jugador navarro han supuesto un quebradero de cabeza para todos. Para el cuerpo técnico, por la dificultad para suplir a un futbolista asentado en su posición y en un momento inmejorable; para sus compañeros, por la compenetración con él tanto en el caso de los defensas como en lo que respecta a los centrocampistas y los puntas, y para el cuerpo médico, porque la evolución de la lesión no era satisfactoria.
La versión oficial apuntaba a molestias del jugador durante su concentración con la selección española para los encuentros de clasificación para el Mundial de Brasil frente a Bielorrusia y Francia, pero la realidad es distinta. Monreal ya las arrastraba desde hacía algunas semanas antes de marcharse con La Roja e incluso disputó algunos encuentros mermado -aunque no diera esa impresión- antes de su última actuación con el Málaga, en el Calderón frente al Atlético de Madrid.
El problema reside en que Monreal ya no podía soportar más el dolor. Desde el primer momento se buscó evitar parchear la situación y recurrir a él según la necesidad del equipo con algún margen de descanso para que se recuperara. El jugador tampoco lo vio claro, porque así ni él iba a sentirse a gusto (y más si las molestias no remitían) ni el equipo iba a contar con un futbolista al mínimo nivel físico exigible.
Durante este proceso Monreal ha permanecido recluido en el gimnasio, aunque paralelamente ha visitado a distintos especialistas que han descartado una lesión de mayor alcance. Hace nueve días este periódico aludía a la preocupación del jugador y al temor a que debiera permanecer en el dique seco varias semanas más, pero parece que ha experimentado una leve mejoría, lo que alimenta el optimismo en el seno de la plantilla.
Mientras tanto, Pellegrini aguarda expectante el retorno de Monreal. Y no solo él. También sus compañeros. La profundidad que el navarro le aporta al juego y la consistencia atrás son incuestionables y ni Eliseu, mucho más asentado en el centro del campo, ni el experimento a banda cambiada de Sergio Sánchez suponen soluciones fiables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario