Como club caracterizado en los últimos años por surtirse de canteranos del Real Madrid o de otros jóvenes con proyección, trata de subsistir al posterior traspaso de estos jugadores (como Cata Díaz, Albín, Uche, Granero, De la Red, Parejo, Manu del Moral o Soldado), aunque ha aparecido un rayo de esperanza con la posible compra de acciones por parte del multimillonario mexicano Carlos Slim.
Escenario sin presión
En su novena campaña en Primera, resulta significativo que el club madrileño siga sin consolidar una amplia masa de seguidores. El escaso apoyo en el Coliseum Alfonso Pérez, casi desierto el miércoles en la Copa (ante la Ponferradina), convierte este escenario, ya de por sí gélido, con sus gradas abiertas, casi en un campo neutral. Desde esta perspectiva no resulta extraño descubrir que el equipo azulino ha sumado más puntos (diez) como visitante que como local (nueve).
Irregular
El Getafe ha logrado solo un empate. Denota su incapacidad para mostrar un tono medio. La escala de grises brilla por su ausencia en el cuadro madrileño, que ha ganado o perdido en el resto de partidos. Superó por sorpresa al Real Madrid (2-1) en un pleno de acierto, pero luego perdió contra el Celta (2-1) o el Levante (1-0). Desde la etapa de Míchel, al equipo azulino le cuesta mostrar una vena competitiva. Muestra diferencias claras en su nivel entre un periodo y otro y nunca se conoce del todo cuál será su respuesta.
Presión repartida
El gol está distribuido de una forma muy equitativa en el Getafe, cuyos máximos realizadores son Diego Castro y Barrada, con tres dianas cada uno. Es tan atípico el Getafe que los zagueros marcan más que los delanteros. En efecto, los dos de Alexis, el de Mané y el de Valera suman cuatro, mientras que de los dos puntas solo Álvaro Vázquez, con uno, ha visto puerta (no lo han hecho Alcácer ni Adrián Colunga). Traspasado Miku, la juventud de los delanteros está pasando factura.
Una línea clave
Las diferencias en el Getafe la marcan sus medios punta. En especial un cada vez más inspirado Pedro León y Diego Castro. El exmadridista parece haber recuperado su mejor tono, con una precisión en el golpeo excepcional, mientras que el pontevedrés es especialista en entrar en paredes en el área para colocar un último pase. Algo más estancado parece Barrada, lo que ha concedido más minutos últimamente a Lafita. En todo caso, de cualquiera de estos hombres siempre cabe esperar algo, aunque sea con cuentagotas, y ahí reside la diferencia respecto a otros conjuntos de la zona media o baja.
Sin un once tipo
No es el Gefafe un equipo en el que sea fácil recitar una alineación, con un nivel parejo en muchas posiciones. La sanción a Míchel, la única baja segura, y los jugadores empleados entresemana en la Copa invitan a pensar en un equipo con Moyá; Valera, Alexis, Lopo, Mané; Xavi Torres, Juan Rodríguez; Pedro León, Barrada, Lafita, y Álvaro Vázquez. El 4-2-3-1 es invariable.
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