Una nueva sociedad se gesta desde el banquillo

 

Desde principios de temporada se ha hablado continuamente de lo corta que es la plantilla del Málaga. El once tipo de Manuel Pellegrini enamoró a Europa, pero la segunda unidad seguía despertando dudas para afrontar las tres competiciones en las que sigue vivo el conjunto blanquiazul. Las pocas rotaciones que se había atrevido a realizar el técnico chileno no habían ofrecido el nivel que se esperaba. Isco y Joaquín lo jugaban todo. La falta de frescura disminuía la genialidad de ambos y el equipo lo notaba. Los resultados de los dos últimos meses hablan por sí solos.
Con la primera unidad casi en reserva, el Málaga alcanzó los octavos del final de la Champions. El punto conseguido en San Siro dio la tranquilidad necesaria para que Pellegrini pudiera dar el timón a los menos habituales. Fue todo un punto de inflexión que hoy empieza a recoger sus frutos. Primero fue Iturra, clave tras las reiteradas lesiones de Toulalan. Después compareció Duda. Su recital ante el Anderlecht del pasado martes puso de manifiesto la implicación que existe en el banquillo malaguista. El incombustible Sebastián Fernández no desperdicia ocasión para ganarse cualquier segundo de más en próximos partidos. Pero entre todos ellos ha destacado una sociedad que se ha formado desde la sombra. A fuego lento se ha ido cociendo una conexión letal que ya muestra sus frutos al malaguismo.

Roque Santa Cruz y Diego Buonanotte han conectado. La magia del argentino se ha impregnado de la eficacia del paraguayo. Se entienden a la perfección. Se buscan y se encuentran. Por arriba o por abajo. El sábado volvió a ocurrir. Pase picado del enano que aprovechó a las mil maravillas el 24 blanquiazul. No es la primera vez que ocurre, y parece que no será la última. Eso mismo se desprendía de las palabras del propio Santa Cruz a la finalización del partido: " Ojalá vayamos sumando, Diego asistencias y yo goles. La jugada salió a la perfección, nos entendemos bien".

El encuentro disputado en San Petersburgo fue el cénit, nunca mejor dicho, de esta nueva sociedad. A partir de ahí, han ido ganando minutos y protagonismo en los encuentros. Solo una mancha en su historial. El encuentro de vuelta de Copa volvió a sembrar las dudas, pero ante el Anderlecht se volvió a ver de lo que son capaces de hacer. Individualmente aportan al equipo (Buonanotte suma dos asistencias y un gol en 484 minutos, mientras que Roque ha firmado 3 goles y 1 pase de gol en 810 minutos) y cuando se juntan pueden llegar a ser letales. Ambos se han convertido en el verdadero plan B de este Málaga. Se encuentran en un buen momento de forma y sus últimas actuaciones parecen haber convenció a Pellegrini. Poco a poco obtienen su recompensa en forma de minutos, pero quieren más. De momento, Isco, Joaquín y Saviola ya tienen suplentes de lujo que empiezan a llamar de forma insistente a la puerta de la titularidad.

El técnico chileno ya tiene en cartera una nueva sociedad de la que aprovecharse. Inmerso en las tres competiciones, tener un banquillo involucrado y capaz de sacar las castañas del fuego es un tesoro. Solo falta saber aprovecharlo. Este nuevo dúo sacapuntas promete.