El Málaga inauguró ayer su campaña de abonados para la próxima temporada. Y el inicio, a pesar de que los socios del pasado ejercicio tienen reservado su abono hasta el próximo 1 de julio, volvió a ser ilusionante. La Malagamanía sigue desatada. La ciudad está enganchada a su equipo y multitud de aficionados se agolparon en las taquillas de La Rosaleda para tener en su poder el carné de un equipo de Champions. Las taquillas abrieron a las 10:00. Varias horas antes ya había seguidores blanquiazules esperando a las puertas del estadio. "Llegué a las siete y pico. Ha sido un año de muchas emociones y hay que seguir a ver qué hace el equipo esta temporada. Sin duda, jugar en Champions es lo que desea todo aficionado", afirmó a los medios oficiales del club José Antonio Alcaide, poseedor del primer abono malaguista de la temporada.
La lista de espera para conseguir un asiento fijo en las gradas de Martiricos alcanza ya los 1.500 demandantes. Nadie quiere quedarse sin su abono. El club pretende sobrepasar la barrera de los 26.500 socios, cifra de la temporada pasada. Pero tiene que realizar cambios en las gradas para ajustarse a la normativa UEFA y el margen de maniobra es mínimo, de ahí que sea difícil que puedan obtener el carné todos los afi cionados que integran la lista de espera. El Málaga del jeque Al-Thani ha dejado pequeña La Rosaleda.
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