Respecto al precio de la venta, el presidente de la Diputación, Elías Bendodo, quiso dejar claro que las entidades públicas «no podemos vender ninguno de los bienes sin que medie un análisis de distintos parámetros técnicos, que serán los que marquen un justiprecio». En estas decisiones intervienen factores como la depreciación de la obra realizada, el destino del objeto de la venta, el carácter de la sociedad compradora u otras muchas condiciones que pueden matizar la cifra final acordada por las partes.
En cualquier caso, los responsables de las tres administraciones propietarias del estadio consultado ayer por este periódico creen que el precio se acordará en su momento, cuando se desarrollen las conversaciones. El consejero de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso, comparte la idea de la ampliación del estadio y afirma que las administraciones propietarias deberán acordar el precio. «En su caso llegaremos a un acuerdo razonable», destaca.
Orgullosos
Alonso fue contundente a la hora de analizar las necesidades del equipo malaguista: «Estamos todos orgullosos de que el Málaga necesite ampliar el campo. Estamos contentos. Es una bonita necesidad. Antes nos sobraba sitio y ahora nos falta», explica, a la vez que añade: «Pero La Rosaleda es un estadio con mucha historia, en el que se une un gran sentimiento de unidad. Por eso, si se amplía, será una buena decisión, aunque la última palabra la tendrán los técnicos».
«No entro por dónde hay que ampliar el estadio, no soy un experto, pero sé que es factible porque me lo dijeron hace ya dos años. Solo es necesario que se respete la legalidad en cuanto a seguridad», subraya el consejero de Deporte, que recuerda: «Las instituciones salvaron el campo tras la desaparición del club gracias a la gestión de José María Martín Delgado, Pedro Aparicio y José María Ruiz Povedano».
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, mientras tanto, asegura: «Estamos abiertos a esa negociación, pero también depende de los otros propietarios, no solo del Ayuntamiento». Sobre el dinero que tendría que desembolsar el club para hacerse con la instalación, indica: «Hablar de precio es prematuro». El primer edil insiste en que la posibilidad de la ampliación «es rápida y puede dar un resultado de 40.000 espectadores fácilmente creciendo hacia el norte, sur y el este, sin tan siquiera incluir el río».
Pero De la Torre no se olvida de que más adelante es muy probable que en Málaga se levante otro gran campo, como ya anunció el jeque Abdullah Al-Thani. «Esto no eclipsaría ni retrasaría para nada el proyecto de construir otro gran estadio y La Academia. El club sigue muy interesado y el Ayuntamiento, si cabe, más», reconoce el alcalde.
Elías Bendodo, asimismo, volvió a comentar que las instituciones no podrán vender ningún bien público sin que se analicen todos los detalles para buscar el precio más justo, y también dice que los actuales propietarios no se proponen quedarse con el campo a toda costa. «Estamos abiertos a todo. Pienso que es lógico que el Málaga quiera ser el propietario del campo, aunque yo no cierro ninguna puerta, ni para la ampliación ni para construir un nuevo campo».
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