Juanmi, al rescate

Juanmi, tras marcar

El Málaga piensa ya en el Panathinaikos tras lograr ante el Mallorca un empate agridulce ante el juego expuesto por ambas partes. Juanmi ejerció esta vez de salvador al igualar un marcador que abrió Tomer Hemed. Manuel Pellegrini, en vista de la importancia del duelo europeo, tiró de rotaciones. La jugada le sirvió para sumar un punto que se complicaba ante la pérdida de fuelle local y el empuje bermellón. Se evidenció una vez más que a este Málaga le sobra juego y le falta gol. Ahora le espera el traje de las grandes ocasiones.

Pese a las caras nuevas, hasta seis cambios respecto al once anterior, sin Toulalan ni Joaquín, el Málaga completó una notable primera parte. Dominó a un Mallorca que se limitó a permanecer agazapado a la espera de un zarpazo aislado. Tanto da quién esté sobre el césped, el equipo blanquiazul se mantiene fiel a un estilo de juego que le está granjeando el respeto de adversarios y aficiones. Anhela la clarividencia de Cazorla o la presencia física de Rondón, pero ha ganado en hambre y compromiso. Mérito de unos futbolistas que no quieren ser comparsas aun perdiendo actores importantes. Tampoco importó el horario. La Rosaleda mostró una gran cara en el calificado 'partido del botellón'.

 

Árbitro

Gil Manzano (extremeño). Amarilla a Demichelis, Duda, Víctor, Javi Márquez, Pina. Roja directa a Eliseu.

 

Formaciones

 

Málaga CF: Willy Caballero; Sergio Sánchez, Demichelis, Weligton, Monreal; Portillo, Camacho, Duda, Isco (Joaquín, 83'); Buonanotte (Eliseu, 68') y Seba Fernández (Juanmi, 68').

RCD Mallorca: Aouate; Ximo, Nunes, Bigas, Antonio López; Nsue (Charlie Took, 78'), Pina, Javi Márquez (J. Víctor, 60'), Pereira; Víctor y Tomer Hemed (Alfaro, 81').

Goles

0-1, m. 67: Tomer Hemed. 1-1, m. 77. Juanmi.

 

Incidencias

 

La Rosaleda. Casi lleno. Algunos aficionados acudieron en pijama en protesta por el horario del partido.

 

Cabe decir que durante los primeros 45 minutos no dispuso el Málaga de ocasiones claras. Suya fue la posesión y buscó el gol con ahínco, pero nuevamente acusó la falta de un '9'. Para paliar el control blanquiazul, Caparrós confeccionó una maraña sobre el verde de Martiricos. El de Utrera tomó buena nota de lo que ocurrió en el encuentro de Champions ante el Panathinaikos. Contra un muro luchó el conjunto costasoleño, que aun así no paró de combinar para encontrar una rendija hacia la meta de Aouate, sobre todo por la banda izquierda. En esa zona Isco y Monreal han consolidado una sociedad ilimitada. Juegan de memoria, como la mediapunta malaguista. Monreal, especialmente, confirmó que continúa en un imperial estado de forma.

El dominio del Málaga arrancó en el minuto 2 del partido. Avisó el Mallorca transcurridos unos segundos por medio de una falta de Javi Márquez a la que respondió con solvencia Willy Caballero. Mediada la primera mitad, el Málaga ya había lanzado cinco córners, prueba de la ofensiva local. Isco y Monreal buscaron el gol desde fuera del área. Aouate se mantuvo firme. Sí pecó el Málaga de cierta candidez en el área. La mejor ocasión llegó en el minuto 41, con un disparo de Seba Fernández que culminó una jugada de tiralíneas de los hombres de Pellegrini. El rechace del arquero bermellón lo cazó Portillo, cuyo disparo fue muy desviado. El bagaje ofensivo del Mallorca hasta el descanso se limitó a una buena ocasión de Tomer Hemed. El punta israelí le ganó la espalda a Demichelis, pero Willy se hizo enorme.

La segunda parte fue otra historia. Ya fuera por el cansancio, el calor o por pensar en Atenas, el Málaga bajó enteros tras el descanso. Lo aprovechó el Mallorca, que adelantó líneas y mejoró al contragolpe. Pereira a punto estuvo de emular su trallazo al palo de hace una semana. Fue el preludio de lo que vendría en el minuto 57. Rápido ataque mallorquín, Nsue desbordó por la derecha y Hemed, de cabeza, embocó a gol. Justo lo que echa de menos el Málaga.

Pellegrini no perdió el tiempo. Inmediatamente metió a Eliseu y Juanmi, velocidad y gol. Con el canterano encontró oro. Apenas llevaba diez minutos en juego cuando recibió un balón de Portillo y puso el empate en el marcador con un punterazo. El de Coín tiene ángel y éste volvió a aparecer.
El Málaga tocó arrebato. El empate no le satisfacía. Joaquín, último recurso, tuvo el segundo gol en su cabeza, pero su testarazo se marchó fuera. Las intentonas del Málaga quedaron en vano y finalizaron cuando fue expulsado Eliseu. El portugués dio un manotazo a Pina, que exageró el golpe. Insuficiente para la roja, pero Eliseu paga lo de ser un sospechoso habitual ante el estamento arbitral.

El partido murió con el Málaga apretando hacia los dominios de Aouate, aunque sin oportunidad que llevarse a la boca. 1-1, punto que pudieron ser tres y rápidamente a Atenas. La Champions y el famoso 'infierno griego' aguardan.

Fuente: El Desmarque