Este Málaga es un huracán

 

Este Málaga es un huracán. Impasible, sin salirse un solo milímetro de su modus operandi habitual, los blanquiazules devoran a sus rivales a base de ritmo, toque y toneladas de movilidad. El equipo de Pellegrini es una máquina perfectamente engrasada y con los automatismos memorizados a la perfección. Esta vez la víctima ha sido el Betis, a quien el rival y las circunstancias dejaron sin opciones a los diez minutos. Casto derribó claramente a Eliseu y enfiló el camino del vestuario. Ahí se acabó todo para los verdiblancos. No para el Málaga, que aprovechó las debilidades béticas para darse otro homenaje. Y ya van unos cuantos... Es más que discutible la expulsión de Casto. Su acción está mucho más próxima de la tarjeta amarilla que de la roja. Cierto. Pero no es achacable a Estrada Fernández que el Betis se quedase sin pulso en ese instante y ya no lo recuperase en todo el partido. El equipo de Pepe Mel fue incapaz de encontrar la más mínima respuesta. Y el Málaga, implacable, olió la sangre y se lanzó en tromba a por el partido. Joaquín se empeñó en hacerle un lío a sus ex cada vez que le llegaba la pelota y Saviola dio otro clínic de movilidad, inteligencia y gol. Una exquisita combinación del Conejo con Portillo, en ligero fuera de juego, posibilitó el segundo gol blanquiazul y cerró el partido.

Arbitro
 

Estrada Fernández. Expulsó con roja directa a Casto (11'). Amonestó a Gámez (56'), Recio (84')

 

Formaciones

 

Málaga CF: Willy Caballero; Jesús Gámez, Demichelis, Weligton, Monreal; Camacho; Joaquín (Seba, minuto 77), Portillo, Isco, Eliseu (Recio, minuto 69); y Saviola (Santa Cruz, minuto 69).

Real Betis: Casto; Nelson, Amaya, Mario, Nacho; Rubén Pérez (Nono, minuto 33), Cañas, Beñat; Agra (Adrián, minuto 12), Jorge Molina y Juan Carlos (Rubén Castro, minuto 48).

 

Goles

 

1-0, m.13: Joaquín, de penalti.
2-0, m.28: Saviola, tras un gran pase de Portillo.
3-0, m.72: Amaya, en propia puerta.
4-0, m.74: Isco define con mucha calidad ante Adrián.

 

Incidencias

 

La Rosaleda. 27.000 espectadores
 

El Betis abdicó casi de entrada y al Málaga no le quedó más remedio que gustarse y lucir sus buenas maneras, que son muchas. Saviola volvió a confirmar que encaja de lujo en el plan Pellegrini. Cae a los costados, se mueve entre líneas con enorme sutileza, lee el juego a la perfección y acude con máxima puntualidad a los requerimientos que tiene todo delantero en el área. Tres goles en cuatro partidos y una jugosa colección de exquisitas combinaciones componen su espectacular carta de presentación.
No necesita presentación Joaquín, mucho menos para los aficionados de Heliópolis. El portuense sale casi a festín por partido en esta segunda juventud que le ha tocado vivir al regazo de Pellegrini. Eléctrico y con absoluta libertad, fue una pesadilla para el Betis, que no encontró fin a su calvario tras el descanso. El Málaga quiso evitar sobresaltos y buscó cerrar el partido cuanto antes. Eliseu, Saviola, Demichelis y hasta Monreal tuvieron el gol en sus botas. Por un costado, por el otro, también por los pasillos centrales, los blanquiazules embestían sin tregua a un rival timorato y sometido que sólo encontró arrestos para lanzar dos amagos de contragolpe bien abortados por la solvente zaga malaguista.
Amaya se apuntó al carrusel de desgracias verdiblancas e introdujo tras un fatal despeje el balón en su portería. A la jugada siguiente, Monreal recuperó el balón en la frontal del área bética y Santa Cruz dejó a Isco mano a mano ante Adrián. El portero se tragó los amagos del mediapunta y 4-0. El detalle de clase del jugador de moda sirvió como epílogo perfecto. El Málaga se va a la cama como unas castañuelas. Segundo. Otra fiesta completa en La Rosaleda.