Demasiada confianza

 

Los jugadores del Getafe pueden ir tranquilamente hoy domingo en peregrinación para dar gracias a la Virgen de la Paloma porque pocas veces un equipo con menos consiguió una victoria como los madrileños: ni una oportunidad, un gol gracias a un saque de esquina y tres grandes paradas de su guardameta. Enfrente tuvo, eso es verdad, a un Málaga demasiado complaciente, muy conformista, parado... O exceso de confianza posiblemente, o también sabedor de su superioridad, que en posesión del balón en el primer tiempo fue abrumadora.

Sea como fuere, el Málaga perdió una ocasión de oro para conseguir un resultado positivo y seguir en los puestos de arriba. Una pena, porque el Getafe es mucha voluntad y poco más, aunque, eso sí, ayer todos los malagueños y exmalaguistas (Alexis, Juan Rodríguez, Xavi Torres y Diego Castro) estuvieron a buen nivel y conformaron el eje vertebral de un equipo que encontró en Moyá a un verdadero ángel de la guarda.
Así y todo, el Málaga no tuvo su día. En los primeros quince minutos de cada parte anduvo fuera de sitio y del partido, y ahí se fraguó una derrota, injusta, pero derrota al fin y al cabo. Además, varios de sus jugadores más importantes no tuvieron su tarde, como por ejemplo Eliseu, Joaquín o el propio Isco, sobre todo el portugués, tan nervioso como indeciso posiblemente porque en las gradas se encontraba el seleccionador de Portugal, que fue expresamente a verlo actuar. No se llevaría una buena impresión, seguro.

En el primer tiempo, solo una ocasión de gol. Un trallazo de Camacho que cuando se colaba como un obús fue repelido por el guante salvador de Moyá. Lo demás fue un dominio grande de posesión para los malaguistas, una vez finalizado su atolondrado inicio del juego, pero sin chicha alguna.
Tras el descanso, otro comienzo loco y el Getafe sacó petróleo de donde no había ni agua.

Un saque de esquina mal defendido y Lopo cabeceó a la red. El Málaga se perdió tras ese inesperado tanto, pero la entrada de Santa Cruz pareció reorganizar al equipo, pero fue el paraguayo quien, de manera sorprendente, falló una ocasión de oro, y poco después, Moyá desvió al larguero un trallazo de Saviola tras un gran servicio de Toulalan, y poco después, otra intervención del meta frustró los intentos del Málaga, que se desinfló poco a poco y acabó mal, muy mal...

Fue una pena. Por mucho que dé gracias al cielo el Getafe.