El césped de La Rosaleda ha ganado con el cambio. Eso es evidente. Sin embargo, aún hay cosas por mejorar. El Málaga cambió en un tiempo récord toda la superficie de su terreno de juego y ahora trata de ir cumpliendo los pasos para que en breve vuelva a ser la alfombra que fue. En los debes de la renovación del césped está la inestabilidad de los jugadores sobre el mismo. En el duelo contra el Anderlecht y el Granada se notó cómo a muchos futbolistas les costaba mantener el equilibrio, por ejemplo en el resbalón que sufrió Diakhaté en el primer gol del Málaga el sábado. Eso es lo que los operarios del club blanquiazul tratarán se subsanar para el duelo contra el Madrid del 22 de diciembre.
Según ha notificado el club, “los trabajos continúan con el objetivo de mejorar el estado del renovado césped. La evolución desde su colocación está siendo eficaz. Esta semana se ha comenzado labores de pinchado y resiembra con el objeto de que en el próximo encuentro en La Rosaleda el césped se encuentre en la mejores condiciones posibles. Con los trabajos que se han iniciado esta misma semana, se espera mejorar en gran medida la estabilidad de los futbolistas y permitirá un desarrollo más próspero del propio césped”.
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