martes, 4 de diciembre de 2012

El Málaga cierra la liguilla con el 'partido del millón'

 
En las elucubraciones tras el sorteo de la fase de grupos de la Champions hubo vaticinios para todos los gustos, desde una minoría que veía al Málaga campeón -como felizmente ha sucedido- a la tesis de un amplio colectivo de que la clasificación quedaría supeditada al último envite, a la ventaja del factor campo frente al Anderlecht. Hoy es el día y solo los más optimistas pueden presumir de que a priori nada está en juego para el conjunto liderado por Manuel Pellegrini.

No solo tiene el billete en la mano, sino que además le ha sobrado una jornada para garantizarse el primer puesto y entrar así a la ronda de octavos con una autoridad inesperada. Con todo, este compromiso sí reúne alicientes, casi obligaciones, para el cuadro blanquiazul. Están en juego muchos euros (un millón o medio, según acabe en triunfo o empate), la profesionalidad (el rival y el Zenit pelean por continuar en la competición menor, la Liga Europa) y, por supuesto, la imagen (después de la triste derrota en la Copa con el Cacereño).
Y a todos esos factores conviene unir otro: la propia motivación de los futbolistas blanquiazules en el incomparable escaparate de la Liga de Campeones. Por no hablar, claro está, de la necesidad de competir en otra semana atípica, la penúltima del cuatrimestre que cierra este histórico 2012. Al contrario que en la Copa, donde la mentalidad brilló por su ausencia hace una semana contra el modestísimo Cacereño, la Champions es la Champions. Quedó archidemostrado en San Petersburgo, en el frío del estadio Petrovsky y frente a un Zenit que se jugaba el ser o no ser. Dio igual la elección de los nombres. Las piezas ofensivas o permanecieron en Málaga (Saviola y Joaquín), o se quedaron inéditas (Isco) o disputaron un puñado de minutos (Portillo). La actitud resultó encomiable, y la ambición quedó fuera de toda duda. Es decir, lo contrario que en el torneo del K. O. el martes pasado.

La incógnita para esta noche se centra en las decisiones de Pellegrini para un partido con pinta de trámite en el que el equipo se juega más la bolsa que la vida. La situación económica del club no es precisamente boyante -a menos que los propietarios cambien de actitud-, pero paralelamente la trayectoria más reciente en la Liga (con la excepción de la goleada frente al Valencia) aconseja fijarse más en las tres últimas citas del año, con el Granada, el Sevilla y el Real Madrid en el horizonte. De ahí que no esté muy clara la actitud del chileno, más si cabe tras la pobre impresión que le causaron determinados jugadores en la vuelta de dieciseisavos de la Copa.

El pasado martes el técnico chileno censuró la falta de actitud del grupo y por esa razón sorprendería una presencia masiva de no habituales en el once titular. Ayer solo se limitó a adelantar que actuará el cuestionado Onyewu en la plaza del sancionado Demichelis -los problemas del internacional estadounidense guardan más relación con la inadaptación a lo que se quiere y a cómo se juega en España que a su mentalidad- y no es fácil pronosticar si descansarán Isco, Joaquín o Portillo. Sí lo hará Saviola, el único titular que se cae de la convocatoria junto a su compatriota el central, aunque en su caso por problemas físicos.

Cambio obligado

Junto al cambio obligado en la posición de ariete (se da por seguro que no habrá experimentos y que Santa Cruz retornará a la titularidad) se admiten todas las especulaciones posibles. Desde la entrada de Sergio Sánchez por Jesús Gámez en el lateral derecho al descanso de uno de los medios centro titulares para que entre Iturra, sin descartar que Sebastián Fernández o Buonanotte también se hagan un hueco en la formación inicial.

El Anderlecht, desde el principio la cenicienta del grupo (incluso teóricamente por debajo del Málaga), apura sus opciones después de una notoria mejoría en las últimas jornadas con las bajas de Nuytinck, Iakovenko y Kanu. Depende de que tropiece el multimillonario Zenit, uno de los fiascos de la Champions, y pasa por un óptimo momento de forma. Al Málaga le corresponde contrarrestar su motivación con empuje, ambición y mentalidad. Porque para el conjunto blanquiazul es, ahí es nada, el partido del millón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...